El 23 de marzo de 2003 la comunidad rionegrina rechazo en un plebiscito la explotacion minera
A cinco años del grito de Esquel
El caso marcó un antes y un después frente a la actividad minera. La asamblea de Esquel impulsó un plebiscito que rechazó la apertura de una mina a cielo abierto. Como resultado, una ley que caerá en un año prohibió la actividad en la zona de montañas.
Desde Esquel, Chubut
En comercios, autos, viviendas, escuelas, paredes y en todo espacio disponible se lee la misma consigna: “No a la mina”. A mediados de 2002, la empresa canadiense Meridian Gold había anunciado el inicio de obras para explotar un yacimiento de oro y plata a diez kilómetros del casco urbano, con detonaciones en la montaña, drenajes ácidos, utilización de enormes cantidades de agua y uso de cianuro. La comunidad conformó una asamblea autónoma y brotó el rechazo, plasmado el 23 de marzo de 2003 con un plebiscito inédito en Argentina, en el que ocho de cada diez habitantes votaron contra la actividad minera a gran escala. “El caso Esquel” marcó una bisagra en la defensa de los bienes naturales, con referencia en 90 pueblos de trece provincias que hoy rechazan la minería. A cinco años de la consulta popular, el yacimiento, ahora en manos de la compañía Yamana Gold, continúa concesionado y con posibilidades de ser explotado. También permanece la asamblea, en su pequeña sede de paredes blancas recién pintadas y donde sobresale una sola consigna: “No a la mina”. Chuni Botto, Pablo Quintana y Alejandro Corbeletto, tres integrantes de la asamblea, recibieron a Página/12.
–¿Cuál es el balance a cinco años de la consulta popular?
Chuni Botto: –El balance es altamente positivo. Hace cinco años, cuando empezamos, éramos poquitos y solos en Esquel. Parecíamos locos que decíamos no a algo que prometía riqueza y se publicitaba como una gran oportunidad para el pueblo. En cinco años no paramos de luchar, con distintas etapas, buenas y malas, pero hoy ya son 90 comunidades en lucha de trece provincias.
Pablo Quintana: –Hubo un antes y un después del 23 de marzo. Nos marcó a todos, los que participaron activamente y los que no. Uno sabe que vive en una ciudad que fue protagonista de un hecho con pocos precedentes, una comunidad pequeña peleando contra un monstruo con mucho dinero y con todo un plafón político a su favor, a nivel local, provincial y nacional.
–¿Por qué otros pueblos no pudieron frenar a las mineras?
Alejandro Corbeletto: –Teníamos muy presente lo que había pasado en el país con el 2001, la crisis de los partidos, las asambleas, el “que se vayan todos”, el descreimiento absoluto hacia la dirigencia política. Creo que eso colaboró para que esta bomba estallara así. Sabíamos que no podíamos confiar en la clase dirigente. La gente dejó de lado la democracia representativa y tomó la democracia participativa. Otro gran ingrediente fue la información. El día que pusimos en un buscador de Internet “consecuencias de la minería” nos aparecieron 50 mil notas. Ahí empezamos a entender en qué nos estaban metiendo.
C.B.: –Tuvimos nuestra cuota de suerte y también aprovechamos los desaciertos de la misma empresa, que quizá tuvo demasiada franqueza y dejó claro el proyecto nefasto que impulsaba. Desde el primer día nosotros insistimos con la información. Cuando comenzamos no sabíamos qué era el cianuro, ni el drenaje ácido ni lixiviación. Y con la información tuvimos una base para nuestra opinión, nos quedó claro el peligro de la escasez de agua y la contaminación. El pueblo se dio cuenta de que venían a vendernos espejitos de colores.
–¿Por qué en Esquel está prohibida la minería (hasta 2009) y en el centro de la provincia no?
P.Q.: –Este fraccionamiento de la provincia crea “zonas de sacrificio” a favor de las mineras, zonas “limpias” y otras “sucias”, como si fuéramos habitantes de primera y de segunda clase. Pareciera que en la cordillera son de primera y por eso se prohíbe la minería. En cambio en la meseta, en el desierto de la provincia, la zona más pobre, pareciera que hay personas de segunda y ahí sí se permite la actividad minera. El gobierno argumenta que en la meseta no se puede desarrollar otra actividad y eso es una gran mentira.
A.C.: –Si sólo tomamos el tema del agua, los dos yacimientos (uno de plata y plomo, otro de uranio) utilizarán enormes volúmenes. En la meseta ya es escasa el agua, imaginemos qué puede suceder con estos dos yacimientos y con otros que están haciendo cola para venir. La minería en zonas áridas es el camino a la ruina. Las comunidades estarán en peores condiciones de las que ya están. En 20 años las empresas se irán, dejarán un gran inodoro en la meseta y contaminación. El gobierno lo sabe, pero le interesan los negocios y menosprecia a las comunidades.
–¿Cuál es su evaluación de la actividad minera a nivel nacional?
C.B.: –La minería avanzó porque es política de Estado que la actividad crezca. Pasando por todos los colores partidarios, en los últimos diez años se ha promovido la minería. Del lado del pueblo, ya somos 90 las comunidades organizadas contra la actividad y por la defensa de los bienes naturales. Es un logro y satisfacción ver escenarios de lucha como los que se dan en San Juan, Catamarca, Córdoba, Río Negro o Santa Cruz. Hoy la minería está en un estado de debate. Les guste o no al sector privado y político, se ha despertado una conciencia en las comunidades y eso ya no se frena.
P.Q.: –La industria minera se basa en cuatro promesas: desarrollo local, trabajo, no contaminación y riqueza para el país. En Andalgalá, Catamarca, hace más de diez años que funciona un yacimiento “modelo” (Alumbrera). Conocerlo de cerca nos sirvió mucho y nos sacó las dudas: la región es más pobre que antes, hay más desocupación, no hubo desarrollo local, escasea el agua y perdieron puestos de trabajo porque disminuyó la agricultura. Ni hablar de lo ambiental, que es su punto más débil. Otros puntos oscuros: todo lo que se llevan y no declaran al fisco, y la enorme cantidad de impuestos que no pagan.
A.C.: –Está comprobado que casi no emplean mano de obra local. La compra de insumos nunca se realiza en la zona, todo proviene del exterior. Derrochan enormes cantidades de agua; el gasoil nunca les falta, nos puede faltar a nosotros o a las cosechadoras, pero a la minería nunca se lo niegan, y ni hablar de las cantidades de energía que consumen. Es un chiste que nos pidan cambiar las lamparitas para ahorrar consumo y permiten el derroche minero. La realidad de Catamarca es el peor de los espejos, ni hablar de Bolivia o Perú, donde la propia industria minera mostró y muestra que sus promesas son todas mentiras.
–A nivel político se habla de retenciones a la actividad minera.
P.Q.: –En la medida que no se discuta toda la ingeniería legal que montó el menemismo, todas las leyes prominería, lo demás es desviarnos de lo central. Desde las comunidades no nos podemos poner siquiera a analizar si esto es positivo o no. Si quieren abrir una discusión en serio y de fondo, hay que poner sobre la mesa la estructura legal existente. Hay una total continuidad de esa política minera. Nosotros proponemos discusiones de fondo, por ejemplo lo que significa un emprendimiento minero en una comunidad. El desastre que ocasiona no se arregla ni con 50 por ciento de regalías. Si quieren discutir en serio discutamos las leyes de los ‘90 que hoy siguen vigente, una ingeniería atroz que permite el saqueo.
C.B.: –Nosotros queremos discutir el para qué de esta industria. Estamos convencidos de que el mundo no necesita ni una sola onza de oro más. Sobra oro para que los países de primer mundo especulen. Lo que necesitamos es agua, y eso queremos poner en discusión.
–¿Qué similitudes encuentran con otras luchas, contra las pasteras, el monocultivo de soja y las represas?
C.B.: –Todas esas luchas muestran que hay una conciencia colectiva sobre la capacidad de la participación activa, que tenemos poder contra esos tipos que están sentados detrás de un escritorio de Canadá, Estados Unidos o Europa y quieren decidir nuestro futuro. Hay conciencia de que podemos dar y ganar las peleas, y lo confirmamos en cada movimiento que nace, en cada asamblea y en cada corte de ruta. Mineras, pasteras y soja son parte del mismo saqueo. Entre Ríos, San Juan, Chubut, Santiago del Estero y todas las provincias con comunidades de base son partes de una misma lucha.
P.Q.: –Las represas que inundarán territorios indígenas y campesinos se quieren construir para proveer de energía a las mineras. El potasio que se quiere extraer de yacimientos contaminantes será utilizado para los fertilizantes del monocultivo de soja y los agrocombustibles. Todas son formas de saqueo y contaminación que están relacionadas.
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1 comentario:
hola amigos como saben bien y me conocen estoy en contra de las soja transgenica y del monocultivo y en contra del ecaliptus, pero me revienta que ahora quieran usarnos en contra de la mediana empresa del campo por eso les dejo esta carta que he recibido y que comparto en mucho :
A las sras Hebe. de Bonafini y Estela De Carlotto soy del campo y soy de izquierda ( difundir)
Después de la reunión de anoche con los agropecuarios y el fracaso de las negociaciones quiero compartir con ustedes una serie de reflexiones que desde hace ya tiempo que tengo que compartir y quiero que se enteren...
Quiero aclararles que vengo de una provincia muy sufrida, rebelde y " guerrillera" la palabra montoneros no me asusta todo lo contrario le tengo cariño.
Montoneros eran aquellos criollos que combatieron con Pancho Ramírez y López Jordán los auténticos caudillos entrerrianos.
Aquì en Entre Ríos murieron a manos de los MILICOS muchos de nuestros seres queridos.
A los AMESTOY LOS MATARON A TODOS. (Siempre me acuerdo de ellos)
No entiendo y no entendemos muchos de nosotros como una mujer tan admirable, como Hebe sale a defender a La soberbia de Cristina K, como puede decir que nosotros los hijos de esta tierra, cuyos padres y abuelos regaron este suelo para que hubiese equidad y justicia, tenemos algo que ver con la PICANA, CON LOS MILICOS, que es eso señora!!!
¡Usted termina siendo tan totalitaria, tan odiosa como los MILICOS que torturaron a sus hijos y que usted dice tanto combatir!
¡Que es eso de ponerse en idiotas útiles del gobierno de la dinastía KICHNER, que ustedes saben bien termino de vender la patagonia a los extranjeros!
¡Que vergüenza y que tristeza me dan!
Y que vergüenza esta presidenta que se va a una reunión internacional a darle consejos al presidente URIBE, diciéndole que la ilegalidad se combate con mayor legalidad y ella aquí toma medidas anticonstitucionales contra el pueblo de la nación argentina. URIBE es un cipayo y un traidor pero por lo menos no se vende como si fuera un patriota.
Hoy es el campo mañana la ciudad.
Nosotros que desde antaño. Junto a Pancho Ramírez luchamos contra la injusticia del poder central, y que en desmedro de lo que dice el adolescente tardío de LOUSTEU:"EL CAMPO DESDE 1840 NO TIENE ESTAS GANANCIAS", no se equivoque ministro, no se equivoque, en 1840 hache estábamos peleando con Ricardo López Jordán, para que no nos mataran !!!
Nosotros si que nos acordamos. Porque somos los verdaderos hijos de esta tierra: todos federales todos criollos y gringos que amamos este suelo. Y gente que siempre combatió a los militares y a los traidores, no nos venden gato por liebre ninguno de ustedes.
SEÑORA HEBE, sepa que su lucha muchas veces me ha iluminado desde lejos como norte para saber como seguir luchando, pero hoy usted se equivoca, no tiene nada que agradecerle ni usted ni el resto de las madres ni a Kichner ni a CRISTINA, la reivindicación de los derechos humanos la ha ganado el pueblo que mayoritariamente las ha apoyado en estos años de lucha, como ahora esta apoyando a los del Campo.
Muchos jóvenes que son de izquierda y que la han valorado, como yo la sigo valorando a pesar de todo están cansados de su prepotencia y se han alejado de su asociación, por no soportar su doble discurso.
En la UNIVERSIDAD DE MADRES, en varias carreras aunque tienen un gran nivel de profesores no soportan ya a los de historia argentina e historia de las madres, por que dicen que en esas cátedras-siendo ellos de izquierda- no se puede tener un matiz de opinión, allí solo avanzan los vivillos que quieren trepar. No los que tienen ética ni los que son frontales.
Pero no se preocupen señoras yo las entiendo entre tantos años de MILICOS TORTURADORES USTEDES TERMINANDO SIENDO COMO ELLOS.
HOY ARGENTINA LLORA!
Carlos Ferrante
1 de abril de 2008 9:28
Anónimo dijo...
Me entere que HEBE ESTABA FURIOSA CON LA CARTITA QUE LES ENVIE, BUENO, LE RECOMIENDO QUE SE OCUPE COMO LE DIJE ANTES DE LOS ALUMNOS DE LA UNIVERSIDAD DE MADRES, QUE TERMINAN LUEGO DE IR A ESTUDIAR ALLA ASQUEADOS, CONSULTANDO PSICOLOGOS PSIQUIATRAS QUE LOS MEDICAN INCLUSO ALGUNOS CON INTENTOS DE SUICIDIO, LE RECOMIENDO A HEBE, QUE PIENSE Y MEDITE LARGAMENTE POR QUE AZTIZ SE INFILTRO EN LA ASOCIACION, FUE CON SU CARITA DE YO NO FUI, LE DIJO LO QUE ELLA QUERIA ESCUCHAR, POR QUE AL IGUAL QUE LOS MILICOS ES UNA AUTORITARIA, POR LO MISMO QUE EN LAS FUERZAS ARMADAS SOLO SE RECIBEN DE GENERALES LOS COBARDES EN LA ASOCIACION SOLO ABANZAN LOS COBARDES Y ZORRITOS, POR QUE NO ADMITE UN MATIZ DE OPINION, POR ESO ELLA PREFIERE COMO DIJO HACE UNOS MESES A SUSANA GIMENEZ Y NO A MIRTHA LEGRAND, POR QUE SUSANA ES ASI COMO AZTIZ UNA CARA DE YO NO FUI QUE NO ADMITE TAN SEGUIDO SU VERDADERA IDEOLOGIA Y POR LO MISMO ES MAS PODEROSA QUE MIRTHA, Y POR LO MISMO NO SE DA CUENTA QUE ESTAN HACIENDO LOS KICHNER MARKETING CON LOS DESAPARECIDOS. CON LA SANGRE DE SUS HIJOS!!!
1 de abril de 2008 9:29
Anónimo dijo...
Quieren conocer a la nueva oligarquia agropecuaria? Aqui don Moyano !
Buena noticia para el sector agropecuario:
¡¡¡Bienvenido Compañero!!! Hugo Querido..
Desde hoy contamos con un nuevo miembro.
Se trata nada menos que de Hugo Moyano, camionero, con lo cual
esperamos que a partir de ahora defienda nuestros intereses en las
reuniones de gabinete.
El simpatiquísimo y agradable Hugo acaba de adquirir la emblemática
estancia 'San Ignacio' a la familia Naón Pirovano, en el partido de
Henderson. (Prov. de Bs. As.)
Adquisición que le debe haber costado sus buenos dólares, puesto que
en la zona la hectárea no baja de los u$s 4.000, y los campos no bajan
de las 1.000 hectáreas, o sea que ninguno baja de los u$s 4.000.000.-
(cuatro millones de dólares), a lo que habría que agregar el magnífico
casco, que como habrán visto, se publica en varios libros de catálogo
de 'Estancias Argentinas'.
Esperamos que a ningún Fiscal de la República, ni mucho menos la AFIP
que tanto trabaja por nuestra prosperidad y la de todos los miembros
de los sectores productivos, quieran investigar el origen del dinero
(bien habido, por supuesto) para complicarle la vida a nuestro
flamante vecino.
¡Por favor comuniquen esta noticia a sus amigos, y démosle la
bienvenida a este nuevo vecino!
Pronto lo recibiremos con los brazos abiertos en la Sociedad Rural y
en Coninagro.
POR FAVOR REENVIAR, TODOS DEBEMOS ENTERARNOS
1 de abril de 2008 9:31
Anónimo dijo...
CARTA ABIERTA A LUIS D'ELÍA
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PREGUNTAS SIN RESPUESTA
At. Luis D'elía:
Motiva la presente, solicitarte respetuosamente que me respondas a una serie de interrogantes que me han surgido luego de haber visto tu insólita conducta de las últimas horas. Me conocés, ya que hemos compartido alguna vez algún almuerzo de algún amigo en común y hemos intercambiado alguna que otra opinión.
Espero, pues, que me respondas lo siguiente:
¿Cómo podés ser tan caradura de chocar contra aquellos que intentan hacer un piquete pacífico cuando vos te hiciste tristemente célebre haciendo exactamente lo mismo?
¿Cómo podés hablar de 'pacifismo' cuando te la pasaste apretando gente que intentaba marchar de manera lícita y tranquila? (1)
¿Por qué no blanqueás que el kirchnerismo te paga un suculento sueldo mensual para hacer de grupo de choque y que mantiene los costos de la ostentosa oficina que tenés en plena Av. Corrientes?
¿Cómo se entiende que aceptes dinero de cualquiera que te pague, sea la embajada de Irán, Venezuela o el vecino de la otra cuadra? ¿No es eso ser un 'mercenario'?
¿Cómo podés explicar que el séquito de personajes que te acompaña posea armamento de fuego y los consecuentes permisos por parte del Renar? ¿Quién gestionó esos permisos? ¿Las armas son para protestar pacíficamente?
¿Explicarás algún día por qué has vendido terrenos en Ciudad Evita que te habían sido donados por el Gobierno Nacional?
¿Cómo podés ser tan caradura de hablar de 'legalidad' cuando impunemente tomaste la comisaría 24 en el año 2004? ¿Vos sabés que cometiste 11 delitos en esa oportunidad?
¿Cómo podés hablar de 'tolerancia' cuando hiciste un piquete -rentado- contra la petrolera Shell?
¿Cómo podés decir que representás a 'humildes trabajadores' cuando tenés un nivel de vida que no podés justificar? (2)
¿Cómo podés hablar de 'respeto' cuando quisiste expropiar campos y propiedades privadas?
¿No te da vergüenza ser un felpudo del kirchnerismo?
¿No te da vergüenza ser tan obsecuente a un Gobierno que está devastando al país?
¿Qué le vas a decir a tus hijos y nietos cuando te pregunten qué hiciste vos cuando expropiaban nuestra Nación?
¿Por qué no le hacés un piquete a los empresarios pesqueros, que ganan infinitamente mucho más dinero que el campo y no pagan retenciones?
¿Tendrás la mínima delicadeza de responder a alguna de estas preguntas? Muchas gracias.
Christian Sanz
(1) El día 26 de marzo este cronista estuvo en Plaza de Mayo y pudo ser testigo directo del apriete silencioso por parte del séquito de D'elía contra aquellos que querían apoyar al campo.
(2) D'elía posee una imponente casa en Cnl. Isleños 565 de Isidro Casanova. La parte de adelante tiene apariencia humilde, pero tiene otro inmueble detrás sumamente ostentoso.
Fuente: Tribuna de Periodistas
1 de abril de 2008 9:34
Anónimo dijo...
**TODA OPINIÓN ES VALEDERA Y ESTA QUIZÁ, UN POCO MÁS...PEÑA ES UN ACTOR MUY INTELIGENTE...**
(Saquen sus propias conclusiones)
Publicada hoy en el diario Crítica
Cristina, mucho gusto. Mi nombre es Fernando Peña, soy actor, tengo 45 años y soy uruguayo. Peco de inocente si pienso que usted no me conoce, pero como
realmente no lo sé, porque no me cabe duda que debe de estar muy ocupada últimamente trabajando para que este país salga adelante, cometo la
formalidad de presentarme. Siempre pienso lo difícil que debe ser manejar un país... Yo seguramente trabajo menos de la mitad que usted y a veces me encuentro
aturdido por el estrés y los problemas. Tengo un puñado de empleados, todos me facturan y yo pago IVA, le aclaro por las dudas, y eso a veces no me deja
dormir porque ellos están a mi cargo. ¡Me imagino usted! Tantos millones de personas a su cargo, ¡qué lío, qué hastío! La verdad es que no me gustaría
estar en sus zapatos. Aunque le confieso que me encanta travestirme, amo los tacos y algunos de sus zapatos son hermosísimos. La felicito por su gusto al vestirse.
Mi vida transcurre de una manera bastante normal: trabajo en una radio de siete a diez de la mañana, después generalmente duermo hasta la una y almuerzo
en mi casa. Tengo una empleada llamada María, que está conmigo hace quince años y me cocina casero y riquísimo, aunque veces por cuestiones laborales almuerzo
afuera. Algunos días se me hacen más pesados porque tengo notas gráficas o televisivas o ensayos, pruebas de ropa, estudio el guión o preparo el programa para el día siguiente, pero por lo general no tengo una vida demasiado agitada.
Mi celular suena mucho menos que el suyo, y todavía por suerte tengo uno solo. Pero le quiero contar algo que ocurrió el miércoles pasado. Es que desde entonces mi celular no deja de sonar: Telefe, Canal 13, Canal 26, diarios, revistas, Télam… De pronto todos quieren hablar conmigo. Siempre quieren hablar conmigo cuando soy nota, y soy nota cuando me pasa algo feo, algo malo. Cuando estoy por estrenar una obra de teatro –mañana, por ejemplo– nadie llama.
Para eso nadie llama. Llaman cuando estoy por morirme, cuando hago algún "escándalo" o, en este caso, cuando fui palangana para los vómitos de Luis D'Elía.
Es que D'Elía se siente mal. Se siente mal porque no es coherente, se siente mal porque no tiene paz. Alguien que verbaliza que quiere matar a todos los
blancos, a todos los rubios, a todos los que viven donde él no vive, a todos lo que tienen plata, no puede tener paz, o tiene la paz de Mengele.
Le cuento que todo empezó cuando llamé a la casa de D'Elía el miércoles porque quería hablar tranquilo con él por los episodios del martes: el golpe
que le pegó a un señor en la plaza. Me atendió su hijo, aparentemente Luis no estaba. Le pregunté sencillamente qué le había parecido lo que pasó. Balbuceó cosas sin contenido ni compromiso y cortó.
Al día siguiente insistí, ya que me parecía justo que se descargara el propio Luis. Me saludó con un "¿qué hacés, sorete?" y empezó a descomponerse
y a vomitar, pobre Luis, no paraba de vomitar. ¡Vomitó tanto que pensé que se iba a morir! Estaba realmente muy mal, muy descompuesto. Le quise recordar el día en el que en el cine Metro, cuando Lanata presentó su película Deuda, él me quiso dar la mano y fui yo quien se negó. Me negué, Cristina, porque yo no le doy la mano a gente que no está bien parada, no es mi estilo. Para mí, no estar bien parado es no ser consecuente, no ser fiel.
Acepto contradicciones, acepto enojos, peleas, puteadas, pero no tolero a las personas que se cruzan de vereda por algunos pesos. No comparto las ganas de matar. El odio profundo y arraigado tampoco. Las ganas de desunir, de embarullar y de confundir a la gente tampoco. Cuando me cortó diciéndome: "Chau, querido…", enseguida empezaron los llamados, primero de mis amigos que me advertían que me iban a mandar a matar, que yo estaba loco, que cómo me iba a meter con ese tipo que está tan cerca de los Kirchner, que D'Elía tiene muuuucho poder, que es tremendamente peligroso. Entonces, por las dudas hablé con mi abogado. ¡Mi abogado me contestó que no había nada qué hacer porque el jefe de D'Elía es el ministro del Interior! Entonces sentí un poco de miedo.
¿Es así Cristina? Tranquilíceme y dígame que no, que Luis no trabaja para usted o para algún ministro. Pero, aun siendo así, mi miedo no es que D'Elía me mate, Cristina; mi miedo se basa en que lo anterior sea verdad. ¿Puede ser verdad que este hombre esté empleado para reprimir y contramarchar?
¿Para patotear? ¿Puede ser verdad? Ése es mi verdadero miedo. De todos modos lo dudo.
Yo soy actor, no político ni periodista, y a veces, aunque no parezca, soy bastante ingenuo y estoy bastante desinformado. Toda la gente que me rodea, incluidos mis oyentes, que no son pocos, me dicen que sí, que es así. Eso me aterra. Vivir en un país de locos, de incoherentes, de patoteros. Me aterra estar en manos de retorcidos maquiavélicos que callan a los que opinamos diferente. Me aterra el subdesarrollo intelectual, el manejo sucio, la falta de democracia, eso me aterra Cristina. De todos modos, le repito, lo dudo
Pero por las dudas le pido que tenga usted mucho cuidado con este señor que odia a los que tienen plata, a los que tienen auto, a los blancos, a los que viven en zona norte. Cuídese usted también, le pido por favor, usted tiene plata, es blanca, tiene auto y vive en Olivos. A ver si este señor cambia de idea como es su costumbre y se le viene encima. Yo que usted me alejaría de él, no lo tendría sentado atrás en sus actos, ni me reuniría tan seguido con él.
De todas maneras, usted sabe lo que hace, no tengo dudas. No pierdo las esperanzas, quiero creer que vivo en un país serio donde se respeta al ciudadano y no se lo corre con otros ciudadanos a sueldo; quiero creer que el dinero se está usando bien, que lo del campo se va a solucionar, que podré volver a ir a Córdoba, a Entre Ríos, a cualquier provincia en auto, en avión, a mi país, el Uruguay… por tierra algún día también.
Quiero creer que pronto la Argentina, además de los cuatro climas, Fangio, Maradona y Monzón, va a ser una tierra fértil, el granero del mundo que alguna vez supo ser, que funcionará todo como corresponde, que se podrá sacar un DNI y un pasaporte en menos de un mes, que tendremos una policía seria y responsable, que habrá educación, salud, piripipí piripipí piripipí, y todo lo que usted ya sabe que necesita un país serio. No me cabe duda de que usted lo logrará.
También quiero creer que la gente, incluso mis oyentes, hablan pavadas y que Luis D'Elía es un señor apasionado, sanguíneo, al que a veces, como dijo en C5N, se le suelta la cadena. Esa nota la vio, ¿no? Quiero creer, Cristina, que Luis es solamente un loco lindo que a veces se va de boca como todos.
Quiero creer que es tan justiciero que en su afán por imponer justicia social se desborda y se desboca. Quiero creer que nunca va a matar a alguien y que es un buen hombre. Quiero creer que ni usted ni nadie le pagan un centavo. Quiero creer que usted le perdona todo porque le tiene estima. Quiero creer que somos latinos y por eso un tanto irreverentes, a veces también agresivos y autoritarios. Quiero creer que D'Elía no me odia y que, la próxima vez que me lo cruce en un cine o donde sea, me haya demostrado que es un hombre coherente, trabajador decente con sueldo en blanco y buenas intenciones.
Cuando todo eso suceda, le daré la mano a D'Elía y gritaré: "Viva Cristina"…Cuántas ganas tengo de que todo eso suceda. ¿Estaré pecando de inocente e ingenuo otra vez? Espero que no.
La saluda cordialmente,
Fernando Peña
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