El obispado de Comodoro Rivadavia publicó hoy un documento en el que se opone a “la megaminería o minería a cielo abierto, con uso de explosivos y de insumos tóxicos cuyo poder de contaminación y producción de desechos traen efectos devastadores de los bienes naturales como el agua, el suelo, el aire y la luz".
jueves, 22 de octubre de 2009
La Iglesia expresó hoy "preocupación" por la explotación minera a cielo abierto y rechazó el uso de explosivos y de insumos tóxicos cuyo "poder de contaminación y producción de desechos", advirtió, traen "efectos devastadores" en los bienes naturales.
"La minería no es la única salida económica para la meseta patagónica, tanto más que es una solución no sostenible en el tiempo. Necesitamos promover actividades genuinas, legales, acordes al lugar, respetuosas del medio ambiente y de largo alcance", reclamó en un documento el obispado de Comodoro Rivadavia.
El texto con "preocupaciones" y "propuestas" fue remitido a las autoridades provinciales por el obispo Virginio Bressanelli, y los integrantes de las comisiones diocesanas de Pastoral Social y de Pastoral Aborigen.
El prelado chubutense transmitió a los tres poderes del Estado provincial la oposición de la Iglesia "a la megaminería o minería a cielo abierto, con uso de explosivos y de insumos tóxicos cuyo poder de contaminación y producción de desechos traen efectos devastadores de los bienes naturales como el agua, el suelo, el aire y la luz".
Tras recordar que se trata de "bienes esenciales a la vida humana y al adecuado desarrollo de la misma en armonía con la naturaleza", aseguró que "cada persona y todas las generaciones tanto actuales como futuras" tienen derecho a esos bienes.
El obispado manifestó "preocupación" por los excesos en perjuicio del medio ambiente que cometieron empresas mineras, la utilización indiscriminada del uso del agua, el uso de químicos tóxicos y el pasivo ambiental, y la alteración del hábitat de las comunidades aborígenes.
También cuestionó el "escaso beneficio económico" que la explotación minera genera para la provincia, la inadecuada legislación minera, y la ausencia de información "completa" y de debate público entre los funcionarios y legisladores que deben tomar decisiones en este sentido.
La Iglesia chubutense aclaró, sin embargo, que "no se opone a la actividad minera en sí, que, en determinadas condiciones y con determinadas tecnologías, suministran muchos bienes necesarios para el funcionamiento del sistema económico y social" del país y la provincia.
Para afrontar esta situación, Bressaneli y las comisiones diocesanas propusieron implementar una red de monitoreo ambiental y demandaron que se realicen estudios epidemiológicos para determinar las enfermedades y causas de muerte en zonas mineras, a fin de aplicar las correcciones necesarias e incluso suspender actividades que amenacen la salud y la vida de las personas.
Asimismo, reclamaron al gobierno chubutense velar por la preservación de los modos de vida propios de las comunidades indígenas, formalizar el principio del agua como derecho de todo ciudadano, y regular y defender las cuencas acuíferas superficiales y subterráneas, impidiendo el uso y derroche de agua dulce en emprendimientos mineros o afines.
La Iglesia hizo estas observaciones ante las "recurrentes versiones" de un posible incremento de la exploración y explotación minera en la provincia del Chubut.
http://www.losandes.com.ar/notas/2009/10/22/un-452896.asp
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