presenta:
VIENEN POR EL ORO
VIENEN POR TODO
Una película de Pablo D'Alo Abba y Cristián Harbaruk
Estreno comercial: 5 de Mayo de 2011
Premios
Festival de Cine Independiente de Ourense (Galicia, Spain)
Mejor Documental
Festival Latinoamericano de Cine de Trieste (Trieste, Italia)
Major documental
FINCA Film Festival (Argentina 2010)
Mejor película
Festival Internacional de Cine Gualeguaychu 2010
Mejor Película y Mejor Guión
Festival Internacional de Cine y Medio Ambiente Ciudad de Zaragoza ECOZINE (España)
Mejor Película
Festival de Cine “Rio Negro Proyecta”
Mejor Película
CRiterio Ambiental Film Festival (Costa Rica 2010)
Mejor Película
Ekotop Film Festival (Eslovaquia)
Mejor realización
Sinopsis
En Esquel, Patagónia Argentina, una empresa canadiense obtiene los derechos para extraer oro y plata de una mina ubicada a 7 km . de la ciudad, usando enormes cantidades de agua y cianuro. El emprendimiento minero parece ser la gran solución para el 50% de población que vive por debajo de los límites de pobreza."Vienen por el oro, vienen por todo" narra la victoria épica de este pueblo patagónico que logró vencer al poder económico y político, impidiendo que se llevara a cabo el emprendimiento minero.
Ficha Técnica
País de Producción : Argentina - Bolivia
País de Rodaje: Argentina
Año de producción: 2010
Duración : 83 min.
Formato original: 35mm
Directores: Pablo D’Alo Abba & Cristian Harbaruk
Guión: Cristián Harbaruk, Pablo D’Alo Abba, Rocio Azuaga
Fotografía: Daniel Ortega
Narración: Julieta Diaz
Sonido: Martin Bosa
Música: Alejandro Teran, Martin Bosa, Juan Patricio Mendoza, Pablo D’Alo Abba
Edición: Alejandro Arias, Pablo D’Alo Abba
Producción: Hugo Castro Fau, Cristian Harbaruk, Pablo D’Alo Abba, Viviana Saavedra, Fernanda del Nido
Narración en off de la actriz Julieta Diaz.
Anexo
Dijo : LEÓN GIECO, presidente del jurado del festival de cine latinoamericano di trieste, italia
“Vienen por el oro, vienen por todo” aborda desde un riguroso trabajo estético y narrativo la lucha por la autodeterminación de un pueblo frente a la explotación minera, y logra desarticular las falsas promesas de desarrollo a partir de nuevas formas de organización político-social. Constituye, de esta forma, un camino de lucha para el resto de los pueblos que combaten contra la explotación minera a cielo abierto bajo la forma del Movimiento de autoconvocados por el “No” a la mina.
Notas de los directores
La historia de Esquel nos buscó más a nosotros que nosotros a ella. Llegamos a la ciudad a fines del 2002, justo cuando comenzaban las marchas que se oponían al proyecto minero.
Desde un principio nos costó entender como era posible que semejante proyecto fuese viable en una región donde el valor destacado es su exuberante naturaleza. Y lo que parecía tan obvio para nosotros, no lo fue para el poder político. Lejos de exigir a la empresa los estudios necesarios que avalaran la factibilidad de la concreción de la mina, el gobierno de turno victoreaba por adelantado los beneficios económicos que dicha emprendimiento generaría.
Muchos de los vecinos, en un primer momento, también se entusiasmaron con la idea de tener oro bajo sus suelos, pero al entender las consecuencias que la mina traería en cuestiones ambientales, poco a poco se fueron oponiendo al proyecto.
Y crecieron las marchas y llevaron el conflicto a los legisladores que tuvieron que aprobar la realización de un plebiscito donde el pueblo pudiera expresar su posición.
La indignación que nos generó conocer la legislación de minería aprobada durante el gobierno menemista, resultó abrumadora. La misma no contempla restricciones de explotación de estos proyectos siquiera en parques nacionales o áreas protegidas.
Eso sin mencionar las provocativas exenciones impositivas para las empresas del rubro. Es un negocio redondo, en el cual la empresa se ve beneficiada con un reintegro al exportar por puertos patagónicos superior al porcentaje exigido por realizar dichas explotaciones.
Sí, aunque nos resulte difícil de creer, no solo se llevan nuestro patrimonio, sino que además les pagamos para que lo hagan. ¿En manos de quienes estamos?, ¿quienes protegen nuestros intereses?, ¿a quienes les sirve que existan estas leyes?.
Las empresas mineras solo cargan los buques con las piedras extraídas, y dejan cerros pulverizados y en su lugar, nuevas montañas de residuos tóxicos. Sin siquiera desarrollar una industria secundaria que pudiese subsistir cuando a los diez años de explotación, estas mineras emigran en busca de nuevos emprendimientos.
Toda esa injusticia y la indiferencia hacia los mas desprotegidos que parecen destinados a tener que vivir de la caridad del asistencialismo político, nos motivó a contar una historia donde sus protagonistas se enfrentan a un importante dilema, difícil de resolver cuando se tiene hambre: ¿se puede decir que NO a puestos de trabajo, cuando hay miles que no tienen con que vivir?.
En el plebiscito el 81% de la población se opuso al proyecto, ni siquiera los desempleados dijeron SI a la Mina. Los más desprotegidos, aquellos que no cubren sus necesidades básicas, sabían que nada será tan perjudicial para su futuro como comprometer su salud.
Ocho años después, la minera, si bien no trabaja en el predio, continúa establecida en Esquel. Da la sensación que están haciendo un trabajo de “cateo” entre los habitantes, tomando muestras de los diferentes grupos sociales. Entre otras actividades, involucrándose en ayuda social entre los más necesitados.
¿Será que la empresa minera intenta revertir su imagen, para volver a la carga con el emprendimiento?
Nos motiva pensar que divulgar la victoria del No a la Mina que se dió en Esquel, logre despertar una reconsideración de la legislación minera y un replanteo sobre la importancia de la conservación del medio ambiente.
Son los primeros pasos que este tipo de explotaciones mineras están dando en la Argentina. Da la sensación que aun estamos a tiempo. Que no resulta necesario regalar nuestro patrimonio. Muchos menos a costa de nuestra salud.
A alguien le tiene que importar.
Y a nosotros nos importa contar esta historia.
Estuvimos ahí mucho tiempo, junto a ellos, durante meses y queremos compartir su historia.
Por Pablo D'Alo Abba y Cristián Harbaruk
Acerca de los directores
Pablo D’Alo Abba
Nace en 1975 y en 1998 se recibe de director cinematográfico en la Escuela Profesional de Cinematografía y de productor y director en la Universidad de Belgrano. Inicia en 1992 su carrera profesional como asistente de dirección en cine publicitario junto a Luis Puenzo. Dirigió series de documentales para television para varios países, entre ellos: Rusia, Hungría y Turquía. En el 2005 inicia su carrera como director publicitario y de videoclips obteniendo premios en Latinoamérica y Estados Unidos. “Vienen por el oro, vienen por todo” es su primer largometraje documental. Actualmente se encuentra preproduciendo su primer largomentraje de ficción “Una vision del mundo”.
Cristián Harbaruk
Nacido en 1974 en la zona sur del Gran Buenos Aires, comenzó sus estudios en la carrera de Comunicación Social en la UBA. Trabajó durante casi una década como productor de diversos programas de televisión. A partir de allí comenzó su carrera como documentalista desarrollando contenidos para diversas cadenas de América: MTV (EEUU), Fox Latin America (USA), TV Azteca (Mexico), Telemundo (USA), Disney Channel, Canal 13 (Chile) y STB (Brasil).
En 2003 dirige y produce su primer documental “Polo Real” y en 2004 es productor de “La Colifata” un documental único sobre un taller de radio que desarrollan los internos del Hospital Neuropsiquiatrico Borda. También co-produce “8 escalas, Julio Bocca” un documental que cuenta la intimidad del bailarín en una gira alrededor del mundo.
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Cris Zurutuza
prensa + comunicación
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