Un ejemplo de ello es lo que está sucediendo en la comuna de Carrenleufú (Chubut), donde por un lado se lanzó, con bombos y platillos, el primer torneo de pesca y en simultáneo se autorizó la construcción de una planta de tratamiento que volcará los efluentes cloacales en la ribera del río Encuentro, que se comparte con Chile.
Desde el Foro Social Ambiental de la Patagonia, que esta semana lanzó en Comodoro una agresiva campaña de firmas para evitar el avance minero, se informó ayer sobre esta situación, que se enmarca dentro de las múltiples obras públicas que se están anunciando sin el correspondiente sustento del necesario estudio de impacto ambiental correspondiente.
La obra de saneamiento cloacal mencionada mereció la presentación de un recurso de Amparo para que se paralice el emprendimiento que se lleva adelante a través de la empresa Eko-Plant S.R.L.
El problema es que este recurso de amparo, según lo que denunció el abogado ambientalista Gustavo Macayo, es que en lugar de respetar y estar atento al resultado del mismo, el gobierno provincial, a través del Instituto Autárquico de Colonización –IAC- revocó el pedido de ocupación de los impulsores de la medida y le dio 10 días para retirar todas las mejoras (plantaciones, construcciones, sistemas de riego, colmenas, vivero, etc.) que construyó la familia con esfuerzo propio a lo largo de siete años.
La transparencia de “ser Chubut” parece enturbiarse con efluentes cloacales y decisiones como esta. (Agencia OPI Chubut)http://www.opisantacruz.com.
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